Ruta del Castillo de Freila y la Torre Maruq, conseguida ¡¡¡¡
Nunca el camino más corto es el mejor, y si no que nos pregunten a los andarines de esta mañana. Sobre el mapa estaba claro, pero sobre el terreno no. Elegimos la ruta más corta de las posibles y hubo momentos en que "ni pa trás, ni pa lante", pero al final salimos, no sé como, pero salimos. De un barranco a otro, y de una escalada a otra. La rambla de Hornos nos lo puso difícil, pero al final llegamos a la Torre Maruq, y por esforzada o por mérito propio, es una de las más bonitas que hemos visto. El emplazamiento es único, parece un faro de puerto de mar, dominando el pantano del Negratín, entre pinos y en un lugar al que cuesta llegar. Desde la salida en Freila, pueblo troglodita por excelencia, las vistas desde el castillo y la iglesia, ya nos entusiasmaron. A partir de ahí, el descenso por la Rambla de Freila entre frondosos huertos y olivos, para después adentrarnos en senderos flanqueados por espartos, barrancos, cortados que dan miedo, y vistas impresionantes, han com