A las dos en el abrevadero

Jeres o Jerez del Marquesado, lo mismo da, lo importante no es el nombre,es lo espectacular que puede llegar a ser un pueblo de montaña, a la falda de Sierra Nevada en otoño. Lo tenemos ahí mismo, a un poco más de media hora de viaje y parece que nos hemos adentrado en un bosque continental y no en uno plenamente mediterráneo. Los castaños han deslumbrado a los andarines por ese tono amarillo cálido de sus hojas, pero no estaban solos. Encinas, alcornoques, quejigos, majoletos y numerosos matorrales hacen de esta sierra un lugar para perderse.  A lo largo del barranco del Alcázar hemos podido ver tres antiguas centrales hidroeléctricas que abastecían de electricidad a las minas de Alquife, y precisamente en una de ellas, la última, hemos repuesto fuerzas antes de iniciar el duro ascenso para recuperar el sendero que nos ha llevado al área recreativa de la Tizná . Desde ahí, los últimos cinco kilómetros han discurrido por el PR-A 31  hasta dejarnos de nuevo en Jeres o Jerez del Marquesa

Nuestra sierra la tenemos a un paso, o mejor dicho, "abre la puerta y pasa" . Literalmente es así, andamos unos cientos de metros desde las Siete Fuentes, nos ponemos en el inicio del sendero del Carretón y abrimos las desvencijada puerta de hierro que impide el paso de animales a los cultivos próximos y.....ya estamos en nuestra Sierra. Un sinuoso sendero rocoso que poco a poco va ascendiendo y que nos adentra en monte bajo, aunque en momentos frondoso y cubierto de agradable vegetación.  Vamos pasando de una vereda a otra, cruzamos el carril principal y seguimos por una ruta agradable que ha trazado el andarín Jesús y que nos ha hecho disfrutar de una buena caminata otoñal.Veinticinco caminantes, un pedazo de grupo que mediante rutas como hoy, nos permite conocer y querer más  cada vez más nuestra comarca. Seguro que no es la mejor , ni la más bonita como se suele decir, pero al fin y al cabo es la nuestra. La ruta de doce kilómetros nos ha obligado a "tirar de baston

La fuente del Pinarillo, la del Cascajar o la de las Víboras representan un ejemplo de lo que puede ser nuestra sierra con agua. Ese hilillo  transparente, junto con la esponja natural de las cumbres, hace que el paisaje cambie sustancialmente. De esos pinos secos o invadidos por la" procesionaria" hemos pasado hoy a nuestro típico bosque mediterráneo, frondoso, verde y lleno de vida..En él, hemos podido ver, además de pinos de distintas variedades, tejos, arces, etc. todo un regalo los amantes de nuestra tierra. A mil ochocientos metros de altitud, y en determinados lugares podemos disfrutar de ese mirador natural desde el que observar al mismo tiempo Sierra Nevada, Filabres, Estancias, Sagra , etc. Iniciando la ruta en Arredondo , una vez pasado el Arroyo de Bodurría, se inicia el ascenso siguiendo la pista forestal hasta el área de recreo del Pinarillo, lugar del que algunos andarines guardamos agradables recuerdos de juventud. Seguimos el subiendo, dejando a un lado el ca

Salida de la Plaza del Triunfo ( Puerta de Elvira), Cuesta Alhacaba, Puerta Monaita, Aljibe del Rey, San Nicolás, El Salvador, San  Luís, Vereda de En medio, Sacromonte, Abadía, Rey Chico, Alhambra, Carmen de los Mártires, Albaicín bajo ( Calderería, Carrera del Darro, Paseo de los Tristes y Carmen de la Victoria . Casi ná, eso es lo que nos pateamos ayer los andarines de A las dos en el abrevadero.Desembarcamos treinta en la "capi"con ganas de ver esos rincones que hacen de Granada una ciudad universal, destino de cientos de miles de turistas al año. El compañero Manolo, se preparó el recorrido a conciencia y con todo lujo de detalles nos fué comentando lo más interesante de los rincones y edificios por donde íbamos pasando. Casi cinco horas dan para mucho, pero "Graná" necesita más. La visión de la ciudad desde el Albaicín y posteriormente la Alhambra, que la tuvimos de testigo toda la mañana, creo que nos cautivó a todos, y aunque la visita al monumento todos la

Vaya baño que nos ha pegado la vega de Caniles a la de Baza, o al menos en la parte de recorrido que hemos hecho hoy. Me explico, se trataba de unir en esta ruta de la VIA VERDE Y LAS VEGAS DE CANILES Y BAZA, a través del trazado del ferrocarril, las tierras de labor tradicionales de los dos municipios.El numeroso grupo de andarines ha alcanzado la estación de Caniles rápidamente y a partir de ahí, siguiendo la vía ferrea hemos llegado a la Rambla de Valcabra,para adentrarnos en la fértil vega de Caniles. Nos han llamado especialmente la atención los bancales de habillas, que están en plena recogida, y pequeños huertos y choperas que ofrecían a los andarines un flujo de aire fresco que se agradecía enormemente.En uno de ellos, por ejemplo, nos hemos quedado sorprendidos por el porte de los árboles frutales.Árboles adultos que en ningún caso sobrepasan los dos metros de altura, gracias a una poda sólo practicada por los aficionados a los bonsáis,lo que les daba apariencia de "viejo