Desde el cortijo Bustamante hasta el barrio de Perchel y Conejo. La mañana amenazaba lluvia pero hasta el momento de la llegada no cayeron las primeras gotas, y casi las últimas, porque al final no tuvimos que abrir los paraguas. La caminata no tenía un objetivo principal, sino distintos puntos de interés a lo largo de los trece o catorce kilómetros recorridos. La Vía Hercúlea o Camino Real de Lorca ha sido el hilo conductor, parando en primer lugar en Salazar y los "manolitos" que nos esperan a la llegada. En Salazar hemos visitado la antigua cueva que en su día tuvimos en este barrio, y que tantos recuerdos nos han traído.
De ahí nos pasamos a los márgenes del río de Baza, y a los barrios de cuevas que hay en sus inmediaciones: Barrio Perchel y Barrio Conejo. Una vez más hemos comprobado la aridez de nuestras tierras. La fertilidad de la vega de Baza, acaba rápidamente y enseguida que avanzamos unos kilómetros nos vemos en los blanquizares y los llanos circundantes, que nos hacen imaginar la dureza de los labradores de hace algunos años, cuando la mecanización no existía. Visitas espectaculares de nuestra ciudad y de las sierras y los cerros que la circundan.Un recorrido interesante y agradable.
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